Además, se convierte en el protagonista absoluto de la capital andaluza con la celebración de la Bienal de Flamenco. Y se nota. Sus calles se llenan de turistas y foráneos que organizan su agenda en torno a la visita de los edificios más emblemáticos de la ciudad: la capilla barroca del Palacio de San Telmo; el claustro, refectorio y dormitorio alto del Convento de Santa Clara; el Hotel Triana; el Real Alcázar; los teatros de la Maestranza, Lope de Vega, Central y Alameda; y las propias calles. Porque los escenarios del flamenco se extrapolan a lo público para que nadie deje de disfrutarlo y sea lo más popular posible.
El genio del desaparecido Enrique Morente fue el protagonista de la gala inaugural de esta XVIII edición de la Bienal, que dio el pistoletazo de salida en el teatro de la Maestranza el pasado 12 de septiembre. Con este espectáculo se inician 24 días de flamenco en la ciudad, con un total de 67 espectáculos y 75 funciones previstos en la programación oficial, hasta el próximo 5 de octubre. Después, además, está la no oficial, la que organizan otras instituciones relacionadas con el mundo del flamenco, como el Museo del Baile Flamenco de Cristina Hoyos, que inauguró el pasado 11 de septiembre una macro exposición colectiva de autores nacionales e internacionales que crean bajo el influjo de este arte y en la que destaca la obra del pintor hebreo, Ilan Itach.
La magia de la Bienal no solo está en sus protagonistas, que son muchos e importantes, sino en los espacios que albergan sus propuestas. Los ya desaparecidos Paco de Lucía y Enrique Morente han vuelto a la ciudad para ser homenajeados. El guitarrista gaditano mediante una exposición de fotografías y manuscritos en el dormitorio bajo del Convento de Santa Clara; un simposio internacional en el Palacio de Congresos y Exposiciones (del 22 al 27 de septiembre) y un homenaje público en el que cientos de guitarristas de todo el mundo tocaron sus temas en la céntrica plaza de San Francisco. Morente fue el protagonista de la jornada inaugural, que contó con la participación de sus tres hijos, Estrella Morente, Soleá Morente y Enrique Morente Carbonell, a los que acompañaron Carmen Linares, El Pele, Arcángel, Juan José Amador, Javier Latorre, Israel Galván, Silvia Pérez Cruz, El Pájaro y Tomás de Perrate, entre otros artistas que repasaron su legado durante cuatro horas de espectáculo.
La Bienal de Flamenco de Sevilla contará también con otras dos galas: la de clausura, también en el Teatro de la Maestranza, denominada El cante se escribe con L, en torno a la figura de Juan Peña El Lebrijano, así como la de los ganadores del IV Certamen Andaluz de Jóvenes Flamencos del Instituto Andaluz de la Juventud.
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